Un día en Ita

El 22 de abril de 2022 será un día que siempre recordaré con mucho cariño. Ese día, mi familia y yo nos fuimos de escapada a la Cabaña de Ita, en busca de un merecido descanso y la oportunidad de disfrutar de la naturaleza. Acompañados por mi esposo Luis, nos adentramos en la zona con expectativas altas y muchas ganas de pasar un buen rato.

La cabaña era simplemente espectacular: rústica, acogedora y rodeada por un paisaje que quitaba el aliento. Al llegar, nos dimos cuenta de que habíamos hecho la elección correcta al ver el hermoso amanecer que se asomaba por detrás .El cielo se tiñó de naranja y rosado, y los rayos del sol empezaron a calentar nuestros rostros.

Después de ese espectáculo natural, decidí salir a explorar los alrededores. Descubrí senderos llenos de flora y fauna , También tuvimos tiempo para relajarnos disfrutando del sonido del viento y el canto de los pájaros.

Pero lo mejor del día fue poder compartirlo con mi familia y Luis. Reímos, hablamos, nos abrazamos y nos emocionamos juntos. Fue una oportunidad para desconectar de la rutina diaria y conectarnos entre nosotros. Y también para darnos cuenta de que, a veces, las cosas más simples son las que más nos llenan el alma.

Al final del día preparamos una cena deliciosa con lo que ahí teníamos

y brindamos por la vida. Nos fuimos a dormir con la sensación de haber vivido un día especial e inolvidable. Y así fue.