No me mueve mi Dios
La siguiente poesía que leí en la primaria, siempre me hace pensar y reflexionar NO ME MUEVE MI DIOS No me mueve, mi Dios, para quererte, el cielo que me tienes prometido, ni me mueve el infierno tan temido para dejar por eso de ofenderte. Tú me mueves, Señor, muéveme el verte clavado en una cruz y escarnecido, muéveme ver tu cuerpo tan herido, muévenme tus afrentas y tu muerte. Muéveme, en fin, tu amor, y en tal manera que aunque no hubiera cielo yo te amara, y aunque no hubiese infierno te temiera. No me tienes que dar porque te quiera, porque, aunque lo que espero no esperara, lo mismo que te quiero te quisiera.