La actitud de los padres ante un nuevo miembro en la familia
La venida de un hermanito nuevo
Sin duda es una circunstancia que ocasiona celos en la mayoría de los niños. Es muy importante hacer participar al hermano mayor en las tareas que conlleva la llegada de un bebé: preparar la cuna y la habitación, comprar la ropita... Hay que advertir a tir a los familiares que en las visitas que nos realicen eviten expresiones del tipo: "ahora si que vas a tener que compartir", o "ya sabes, lo tendrás que cuidar porque el niño será muy pequeño y tu ya eres mayor" etc. Esto no haría más que sobrecargar al hermanos mayor. También debemos evitar hacer coincidir varios acontecimientos con la llegada de otro hermano. Por ejemplo, no conviene quitarle el pañal coincidiendo con el nacimiento o llevarle a al guardería los días antes o después de que llegue el bebé. Entendería que el nuevo hermano le echa de su casa y que él se tiene que ir, pero mamá se queda en casa con su hermano-rival. También hay que tener cuidado con expresiones tan frecuentes como: "no lo toques", "que se te va a caer" y sustituirlas por frases que estimulen sus actitudes: "qué bien lo cuidas" "ayúdame a bañarle". Es necesario involucrar a los hermanos en las tareas de cuidado del pequeño: el baño, darle de comer, pasearle, así como buscar determinados momentos para dedicarlo exclusivamente al hermano mayor. Un paseo a solas, leerle un cuento sólo a él, son algunas ideas para hacer que se sienta un poco “hijo único”. Por último, hay que valorar a nuestros hijos delante de familiares y visitas, tratando de omitir todo comentario negativo sobre ellos.
La actitud adecuada de los padres
Los celos infantiles suelen evolucionar favorablemente en un plazo más o menos largo de tiempo. Podemos afirmar que se trata de un estado emocional característico de la infancia y muy, muy frecuente: prácticamente en todas las familias los niños pasan por una etapa más o menos larga de celos. Para evitar que el asunto vaya a más conviene evitar: - Los gritos y las descalificaciones. - Las atenciones y dedicación excesivas a unos de los hermanos. - Comparaciones entre los diferentes hijos. - Entrometerse en los conflictos de los hijos y tomar partido en ellos (siempre que no haya agresión). - Comentarios de vecinos, amigos y familiares haciendo comparaciones de vuestros hijos. - Un trato irónico, o risa y burla ante conductas inadecuadas. - Que el hijo mayor deba asumir en todo momento la responsabilidad del cuidado del hermano menor. - La competitividad entre hermanos. Y debemos intentar: - Fomentar la cooperación entre los hermanos (en las tareas de la casa, recados, en situaciones de juego ..) - Observar y reflexionar sobre las conductas celosas de nuestros hijos y reaccionar sin darles excesiva importancia. - Tratar con afecto y atención frecuentes a tus hijos para que perciban que son queridos. - Favorecer el juego con todos los hijos (para lograr una mayor armonía entre los hermanos). - Promover un clima de sosiego y tranquilidad en todos los momentos posibles. - Educar a los hijos en el control de sus emociones: aprender a soportar pequeñas frustraciones, alegrarse cuando las cosas van bien a los demás, responder tranquilamente ante situaciones adversas, enseñarle a aceptar sus dificultades... - Respetar el espacio de juego e intimidad de cada hijo.
Quiero ser una buena madre , pido a la Virgen María que me ayude en esta nueva etapa de mi vida.